ALGUNAS REFLEXIONES A LA HORA DE COMPRAR UN VESTIDO DE NOVIA
La selección del traje de novia no debe limitarse a entrar en el primer establecimiento y comprarlo de inmediato, aun cuando guste mucho. Dado que es un capítulo importante de gasto, se verán varias alternativas e incluso cabe la opción de la confección a medida, siempre que se conozcan las manos de quien lo elaborará, para añadir detalles que diferenciarán al vestido como único y para disfrutar con todo el proceso.
Es significativo que la elección sea personal, asesorada, tal vez, por los profesionales de moda nupcial más que por las amistades u otras personas que pueden enturbiar un resultado perfecto.
Toda novia debe saber que los cortes y trazos de los vestidos nupciales están todos inventados y que se repiten siempre. Ahora bien, lo que hace exclusivo y diferente a un traje son las telas, adornos, detalles y complementos que asimismo reflejarán la personalidad de la novia.
No hay que olvidar que los invitados esperan ver a una novia tal cual es ella: sofisticada si habitualmente es así; austera y sin apenas complementos,l si siempre viste de esa forma; joven, cuando su espíritu sea tal, con independencia de la edad, o apretada y sufridora cuando sea coquetísima: Querer aparentar lo que no se es supone un error.
Señalar también que los preparativos y tensiones de la boda suelen hacer bajar de peso a la novia,por lo que, en ocasiones, es necesario practicar un pequeño reajuste al vestido. Ahora bien, no ocurre lo mismo con todas y sería un desacierto comprarse o confeccionarse el vestido con una o varias tallas menos.



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